¡A COCINAR!
1º.- Salpimentar al gusto los muslos de pollo y freirlos en un caldero o sartén, una vez fritos apartarlos.
2º.- Pelar y picar la cebolla, la zanahoria, el pimiento y los dientes de ajo.
3º.- En el mismo aceite (añadiéndole un poco más si es necesario) donde freímos el pollo, freir primero la zanahoria, cuando esté casi blanda, añadimos la cebolla, el ajo, el pimiento y el laurel y tomillo, hasta que todo esté blandito o frito.
4º.- A continuación, añadimos la salsa de tomate y el vino blanco (aquí también le puedes ponerle un vaso de caldo de pollo, si quieres tener más salsita) y dejamos al fuego lento unos minutos.
4º.- A continuación, añadimos la salsa de tomate y el vino blanco (aquí también le puedes ponerle un vaso de caldo de pollo, si quieres tener más salsita) y dejamos al fuego lento unos minutos.
5º.- Ahora añadimos los muslos de pollo que antes habíamos frito y dejamos a fuego lento, hasta que reduzca la salsa.
QUEDA MUY SABROSO Y LO PODEMOS ACOMPAÑAR CON UNAS PAPAS SANCOCHADAS O FRITAS.
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